Trastornos alimentarios.

Por la Dra. Edith Bonaparte Caballero, especialista en Medicina Familiar.

Vivimos en una sociedad obsesionada por ideales de belleza en donde nos hacen creer que la delgadez es parte importante de la imagen, llegando a sembrar  en nosotras la falsa creencia de que si somos “delgadas”, llegaremos a ser mujeres más aceptadas y exitosas; dicha creencia produce en muchas ocasiones, que tales características físicas puedan llegar a ser difícilmente alcanzables, pues interfieren varios factores como la genética, problemas de origen endocrino u hormonal, además de los hábitos tanto físicos como alimentarios, los cuales pueden llegar a jugarnos en contra para conseguir ese ideal.



Actualmente existen numerosos problemas de salud que podemos llegar a sufrir las mujeres, asociados por la insatisfacción de nuestro cuerpo, los cuales tiene repercusiones tanto a nivel físico como emocional. A esas afecciones se le denominan médicamente “trastornos de alimentación” y estos llegan a incluir, distorsión en tu forma de pensar sobre la comida, el peso y la figura. Entre los más destacados por su gravedad encontramos: la anorexia, bulimia y trastorno por atracón. En nuestro país, según las estadísticas, las edades en las que más se presentan van desde los 14 a 19 años y de 20 a 25 años, sin embargo pueden presentarse a cualquier edad.



¿Cómo se que he llegado a desarrollar un desorden alimentario y cual podría ser su causa?



Es importante mencionar que un desorden alimentario, puede ser difícil de controlar o superar sin ayuda, por lo que cuanto más pronto recibas atención más probabilidades tendrás de una recuperación completa.



Por otra parte, es importante hacer notar que algunas mujeres pueden llegar a presentar comportamientos alimentarios problemáticos que son similares a algunos de los síntomas de un desorden alimentario, sin embargo, no cumplen con las pautas para el diagnóstico de un trastorno, aunque de igual forma pueden afectar gravemente tu salud y tu bienestar. Por lo que es imprescindible el diagnóstico de tu Médico familiar, si llegas a presentar alguna de las siguientes señales de alerta:



· Pérdida o ganancia importante de peso, o dificultad para alcanzar la ganancia de peso de acuerdo a tu estatura y edad.


· Irregularidades menstruales o ausencia de menstruación


· Infertilidad o incapacidad para embarazarse


· Exceso de ejercicio o entrenamiento físico extremo.


· Dietas inapropiadas y comportamientos que promuevan la pérdida de peso.


· Alteraciones en los latidos del corazón.



¿Cuál es el proceso que llevará mi Médico familiar?



El servicio de Atención Primaria o medicina familiar tienen gran relevancia tanto en el diagnóstico como en el seguimiento debido a que, al tener contacto con la familia, estos pueden complementar la información ante la sospecha de conductas que pudieran indicarnos la presencia de algún desorden de alimentación.



El proceso se basa en la realización de la evaluación clínica, seguimiento de los tratamientos, así como la derivación a otras áreas de especialidad que se requieran, ya que los trastornos alimentarios si no se identifican de manera oportuna, pueden convertirse en problemas crónicos graves, pudiendo llegar a causar la muerte al dañar el corazón, el aparato digestivo, los huesos, dientes y boca. Por otro lado, también pueden llevarte a desarrollar más padecimientos, tales como: depresión, ansiedad, autolesiones, así como pensamientos o comportamientos suicidas.



Primer paso.



La atención requiere una evaluación diagnóstica inicial en la cual se incluye la historia clínica o entrevista con el paciente y de ser necesario en el caso de las adolescentes con sus padres; en la que anotaremos una revisión completa de la historia del paciente, los síntomas actuales, los antecedentes familiares, como la presencia de depresión, ansiedad, problemas de consumo de drogas o incluso determinados rasgos de personalidad. Y ante sospecha de un Trastorno de la Conducta Alimentaria se realiza una exploración física valorando el peso, la altura, el índice de masa corporal, y su relación respecto al peso ideal, presión arterial y la frecuencia cardíaca. El interrogatorio debe dirigirse a indagar el comportamiento a la hora de comer, la posibilidad de restricción de alimentos, su duración o tiempo de presentación, cantidad y calidad de alimentos ingeridos, si existen periodos de atracones, vómito, uso o abuso de supresores de apetito, cafeína en exceso, diuréticos, laxantes, enemas, edulcorantes artificiales, chicles, psicoestimulantes o suplementos complementarios o alternativos. Siendo recomendable también preguntar esta información a los familiares y personas cercanas.



Pueden solicitarse análisis de sangre dependiendo el patrón alimentario restrictivo, compulsivo y/o purgativo; electrocardiograma con la finalidad de evaluar posibles complicaciones médicas. Así como una densitometría ósea en el caso de que el trastorno sea de más de un año de evolución, y no haber tenido la menstruación durante más de 6 meses.



Por último, cabe mencionar que el tratamiento requiere la atención por un equipo multidisciplinario compuesto por Médicos especializados, psiquiatra, psicólogo, nutriólogo y familia, pero, sobre todo con tu participación activa si estás presentándolos ya que, con el tratamiento adecuado, puedes volver a tener hábitos alimentarios más saludables y aprender formas más sanas de pensar sobre la comida y el cuerpo. También puedes revertir o reducir los problemas graves causados por el trastorno alimentario.




Corrección de estilo: Mónica García Abraham




Fuentes de información:

  • Weissberg, Katia; Quesnel Galván, Leticia. Guía de trastornos alimenticios / Guide of food disorders. Ciudad de México; Secretaría de Salud; 2004. Disponible en https://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
  • Pérez-Lugo, Ana Laura, Gabino-Campos, María, & Baile, José Ignacio. (2016). Análisis de los estereotipos estéticos sobre la mujer en nueve revistas de moda y belleza mexicanas. Revista mexicana de trastornos alimentarios, 7(1), 40-45. https://doi.org/10.1016/j.rmta.2016.02.001. Disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-15232016000100040&lng=es&nrm=iso. accedido en 28 jun. 2024. https://doi.org/10.1016/j.rmta.2016.02.001.
  • Ruíz Martínez, Ana Olivia, Vázquez Arévalo, Rosalía, Mancilla Díaz, Juan Manuel, Viladrich i Segués, Carme, & Halley Castillo, María Elizabeth. (2013). Factores familiares asociados a los Trastornos Alimentarios: una revisión. Revista mexicana de trastornos alimentarios, 4(1), 45-57. Recuperado en 27 de junio de 2024, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-15232013000100006&lng=es&tlng=es.